El Sistema de Implante Integrado es uno de los sistemas más innovadores que se han presentado en el mercado en los últimos años y beneficia al tratamiento de quemaduras y la cicatrización de grandes heridas.
Una excelente noticia recibió la Universidad de Valparaíso: el trabajo realizado por los académicos Caroline Weinstein y Alexis Aceituno, de la Facultad de Farmacia, y Donald Brown, de la Facultad de Ciencias, conocido como Sistema de Implante Integrado, obtuvo su esperada patente de invención a nivel nacional. Se trata de la primera patente concedida a la Universidad de Valparaíso.
Los orgullosos académicos son enfáticos en destacar que esta patente no sólo respalda años de trabajo en conjunto con la Universidad Santa María y las demás instituciones que participaron en el proyecto, financiado por Fondef de Conicyt, sino que marca un hito importante dentro del desarrollo de la investigación al interior de la UV.
El Sistema de Implante Integrado es un sistema de implante cutáneo para tratamiento de heridas profundas, ya sea por quemaduras, úlceras venosas o por presión, entre otras, a través de una matriz porosa en la que se embeben células madre, o se hace un parche de células madre. Este producto es capaz de regenerar los tejidos con excelentes resultados en los pacientes. Cabe señalar que el año pasado recibió el premio Avonni 2013, en el área de Salud, Premio Nacional a la Innovación.
Primera patente
Caroline Weinstein destaca que “la primera patente para la Universidad de Valparaíso es un hito importante, que muestra que los investigadores que tenemos una orientación a la ciencia aplicada podemos hacer un aporte”.
Por su parte, Donald Brown explica que “esto surge de una interacción entre instituciones, en donde se une la fuerza de la investigación básica para escalar al sistema aplicado. Si bien el objetivo nuestro es trabajar con conductos teóricos, lo que bordea en la investigación básica, es dar el salto a la investigación aplicada, con un compromiso que surge de estos proyectos, que tienen una exigencia dentro de la que está el patentamiento”.
Factor innovación
La patente, hoy conocida bajo el número 1397-2006, permitirá comercializar uno de los sistemas más innovadores que se han presentado en el mercado en los últimos años.
Ambos investigadores concuerdan en que esta tecnología beneficiará tanto el desarrollo de la investigación como la potenciación del producto a través de la comercialización, de la cual está encargada el consorcio biotecnológico internacional Inbiocriotec S.A.
“Contar con la patente significa que hoy día el valor de este invento queda certificado por la decisión del Instituto de Propiedad Industrial, Inapi. Ellos nos otorgan todas las características que son necesarias para que un producto sea patentable, lo que significa que nos dan veinte años de protección y el derecho para desarrollar este producto y comercializarlo”, asegura Weinstein.
Ciencia aplicada
Donald Brown agrega que la idea de este implante es escalar a la posibilidad de solucionar problemas muy latentes en la sociedad, “que son el tratamiento al gran quemado y la cicatrización de grandes heridas de profundidad total. O en otro caso, el implante para la restitución de cartílago en articulaciones a un nivel preclínico”.
Los investigadores agradecen al equipo detrás de su trabajo, y destacan la importancia que tiene, en una entidad como la Universidad de Valparaíso, obtener esta patente dentro de sus registros.
“Una universidad como la Universidad de Valparaíso, tiene que destacar por el área de salud, a lo que estamos aportando con un producto que soluciona un problema médico relevante. Ya hemos demostrado que la aplicabilidad de la patente le da un mayor valor. Es una patente útil, que fue licenciada a una empresa, que ya ha demostrado interés de inversionistas chilenos y extranjeros. Es importante porque demuestra una nueva forma de hacer ciencia”, afirmó Caroline Weinstein.
Nota audiovisual: http://www.youtube.com/watch?v=7n9qIDiSfFI