Proyecto, encabezado por Carla Taramasco, académica de Civil Informática UV, está financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC-R)
Un proyecto por 150 millones de pesos para diseñar un sistema de telerehabilitación domiciliaria a pacientes cardiacos acaba de ganar Carla Taramasco, académica e investigadora de la Escuela de Ingeniería Civil Informática de la Universidad de Valparaíso, con financiamiento perteneciente al Fondo de Innovación para la Competitividad 2015 , FIC, del Gobierno Regional.
El proyecto, desarrollado en conjunto por la Fundación Kaplan, el Servicio de Salud Viña del Mar Quillota, SSVQ y el hospital Gustavo Fricke, tiene por objetivo rehabilitar a distancia a pacientes que hayan tenido alguna intervención cardiovascular, para lo cual se desarrollará un software que permitirá aplicar un sistema de monitoreo.
La profesora explica que “la región invierte muchísimo en pacientes cardiovasculares, porque somos referentes nacionales. Se hacen las intervenciones que corresponden, como marcapasos, implantes o trasplantes de corazón, pero los pacientes después se van para la casa, no hay manera de hacerles un seguimiento, menos proponerles una rehabilitación. La idea es tomar a esos pacientes y hacerles un protocolo de rehabilitación que lo podamos monitorizar a distancia”.
El proyecto considera entregar un Electrocardiograma, ECG, a cada uno de los 30 pacientes que serán incluidos en el protocolo. Cada vez que los pacientes realicen algún tipo de actividad cotidiana la señal llegará como frecuencia cardiaca a un grupo de técnicos especialistas y clínicos, quienes podrán comprobar en sus teléfonos celulares u otros dispositivos digitales que no haya riesgo en el ejercicio que los pacientes están desarrollando.
El ECG se compone de dos sensores que podrán enviar señales en tiempo real cuando los pacientes realicen ejercicios cotidianos de rehabilitación en sus casas, lo que permitirá a los científicos monitorizar para que no corran peligro. El proyecto cuenta con la supervisión de los doctores cardiovasculares Oneglio Pedemonte y Lorenzo Merelo, junto a la kinesiológa Paulina Vergara y un grupo de informáticos liderados por la profesora Carla Taramasco, que se encargarán de la toma, envío y análisis de los datos.
“Al llegar los datos al teléfono se podrá verificar la frecuencia, que si es anormal podrán realizar una alerta. Nuestro trabajo es hacer que el teléfono sea capaz de analizar la señal cuando sale de los rangos normales y enviar una alerta. Eso avisa al paciente que tendrá un sistema que le irá entregando recomendaciones, para que no corra riesgos”, explica Taramasco.
Según la profesora, el impacto del proyecto es doble. “Vamos a rehabilitar a los pacientes que hoy no lo pueden hacer, pero además desarrollaremos un sistema que permitirá ampliar la cobertura, tratando al 100% de los pacientes que tienen los servicios en la región”, asegura.
El proyecto tiene un año para su implementación, periodo en el cual según Taramasco “se comprarán los ECG, se desarrollará el sistema que permita hacer funcionar las alertas y los algoritmos de análisis de las señales. En esta etapa inicial el equipo clínico desarrollará el plan de rehabilitación y en paralelo diseñaremos el sistema de monitoreo, para luego comenzar a trabajar con los pacientes”.
La investigadora señala que la iniciativa busca convertirse en “un aporte clínico a los pacientes. El objetivo es mostrar que la rehabilitación maximiza la intervención, con la idea de integrar a los pacientes a su nivel cotidiano y devolverles una calidad de vida como la que tenían antes. Queremos demostrar que somos capaces de generar sistemas de monitoreo a distancia que nos permitan cuidar a estos pacientes en sus procesos de rehabilitación, lo cual no existe en Chile”.
Taramasco asegura que “el objetivo es apoyar al equipo clínico desde el lado tecnológico. Como Ingeniería Civil Informática UV estamos trabajando en la integración tecnológica del software-hardware, que se relaciona directamente con el perfil de la escuela, la cual comienza a perfilarse en aquellas áreas de interés que definió como el aporte a la salud y educación”.