Caroline Weinstein y Doris Oliva viajarán a Palo Alto, California, en busca de inversionistas ángeles, para levantar recursos que permitan llevar sus innovadores productos a la escala productiva y posicionar en el mercado nuevos modelos de negocio. De un total de cinco proyectos seleccionados en la segunda etapa del programa “Go To Market” de Corfo a nivel nacional, la UV es la única universidad que ha resultado ganadora en dos líneas del concurso (Biomedicina y Acuicultura), y además con dos mujeres a la cabeza.
Una revolución en el enfoque terapéutico para tratar a pacientes que han sufrido algún tipo de deterioro de la piel, enfermedades crónicas o accidentes, es la aplicación de implantes de piel producidos a partir de células del propio paciente e incorporados en innovadores biomateriales. En las pruebas experimentales se ha obtenido exitosos resultados, mejorando exponencialmente la calidad de vida de los afectados, algunos con úlceras crónicas por más de veinte años. Esta tecnología regenera dermis y epidermis, no requiere injertos adicionales, utiliza células madre del mismo paciente y resuelve una amplia variedad de afecciones a la piel, entre otras ventajas.
Tan innovador como el proyecto anterior y con la misma proyección de consolidación, especialmente en mercados internacionales, es el cultivo y comercialización de almejas de pequeño calibre de la especie Mulinia edulis, autóctona de nuestro país. Este producto se orienta a exclusivos paladares del norte de Europa, que no sólo gusten de la alta cocina gourmet y los más exigentes estándares de calidad: además apunta a la apertura de nuevos nichos de clientes, que den valor a la producción limpia, con bahías certificadas por la Comunidad Europea y que aprecien la trazabilidad de los productos.
Estos dos proyectos de investigación científica I+D, cuya tecnología se desarrolló en la Universidad de Valparaíso, tienen sello de mujer.
La químico farmacéutica Caroline Weinstein, PhD, de la Facultad de Farmacia UV, lideró el equipo de investigación que presentó el proyecto “Escalamiento industrial y comercial de sistema de implante integrado de piel”. Por su parte, la académica Doris Oliva, de la Facultad de Ciencias, junto a Alejandra Urra, de la Dirección de Investigación, presentaron el proyecto “Producción y comercialización de almejas de pequeño calibre (Mulinia edulis) para el mercado internacional”. Ambos fueron seleccionados por la Universidad de Stanford, Palo Alto, California, para avanzar a la segunda etapa en Silicon Valley. El objetivo es levantar capital y posicionar estos nuevos modelos de negocio, tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Logro inédito
De los cinco proyectos seleccionados a nivel nacional por SRI International y Corfo, de entre cien postulaciones, en el marco del Programa “Go To Market” de InnovaChile, los dos desarrollados por la Universidad de Valparaíso y el consorcio Inbiocriotec (spin off asociado a la casa de estudios superiores), obtuvieron el reconocimiento internacional. Es un logro inédito que posiciona a la UV como la primera universidad que ha sido ganadora en dos áreas del concurso (Biomedicina y Acuicultura).
El 22 de abril las dos académicas deben estar instaladas en Silicon Valley, la Meca de las industrias de alta tecnología, para realizar un taller que las preparará en el desarrollo de habilidades orientadas al uso de técnicas para mejorar la llegada a los inversionistas; luego permanecerán otras tres semanas en Estados Unidos para realizar contactos, reuniones de negocios e intentar captar recursos capitales.
Caroline Weinstein valoró esta oportunidad, que permitirá llevar al mercado un producto desarrollado durante diez años de trabajo, a través de dos proyectos Fondef más un proyecto línea 4 de InnovaChile.
“Hoy contamos con un implante, que contiene células del propio paciente, que puede ser utilizado en cualquier condición clínica que requiera cobertura cutánea. Además, tenemos buenas experiencias en pacientes. Hemos tratado casos con lesiones que no cerraban, lo que le provocaba mucho dolor en las personas; con este tratamiento el dolor disminuyó e incluso en algunos casos desapareció y ahora observamos piel donde antes había músculo expuesto. Es muy significativo, porque en poco tiempo se regenera una piel de excelente calidad cosmética, superando en algunos casos al autoinjerto”.
Para que el proyecto pase del papel a la realidad se requiere contar con una planta de producción farmacéutica que cumpla con las normas exigidas para el procesamiento de tejido del más alto nivel. Su inversión alcanzaría los tres millones de dólares. “La estrategia es surtir al Cono Sur y luego ofrecer franquicias en otros países”, acotó Weinstein.
A diferencia de los actuales tratamientos, este implante de piel, único en el mercado nacional, propicia una cicatrización de calidad con una apariencia cosmética aceptable, así el paciente puede continuar haciendo una vida normal después de un accidente.
Más organizadas
Por su parte la académica Doris Oliva explicó que “nuestro equipo estaba interesado en hacer ciencia que tenga un impacto principalmente en la sociedad y trabajar con nuestros propios recursos, por eso elegimos las almejas nativas de Chile”.
Este proyecto, al igual que el anterior, tiene un desarrollo de aproximadamente diez años, con etapas definidas: cultivo, desarrollo y transferencia de la tecnología y generación de vínculos con los pescadores artesanales de la zona sur del país.
Dentro de las proyecciones de este emprendimiento, la académica destacó el impacto económico y social en las comunidades pesqueras del mar de Chiloé, así como todas las microempresas que se podrían generar a partir de este proyecto. “Estamos trabajando con pescadores que tienen áreas de manejo en la zona y pequeños productores de pelillo, quienes se mostraron muy interesados, dado que propicia la diversificación de la oferta de productos”.
Doris Oliva destacó que se han realizado alianzas de trabajo con empresas del sector, tales como Orizon S.A., el Liceo Insular de Achao y el Sindicato de Pescadores de Quenuir. Estas investigaciones han sido realizadas en Centro de Investigación y Gestión de Recursos Naturales (Cigren) de la Universidad de Valparaíso.
“Este producto está orientado a mercados internacionales. Tiene un alto valor agregado. Lo importante es hacer exportaciones especiales. Estamos pensando ingresar a algunos mercados del norte de Europa, donde la gente aprecia la producción limpia y el tema social que hay detrás de esta propuesta”.
La académica, junto a su equipo, realizará una nueva cosecha y procesamiento de almejas de muestra para exhibirlos en el Silicon Valley, donde permanecerá un mes. Su objetivo es encontrar inversionistas y generar un spin off, de modo de financiar un “hatchery model” para la producción de semillas de almejas.
Fuente y nota audiovisual: http://www.uv.cl/pdn/?id=4947